¿Lo abandonó Dios alguna vez? Aquí Pablo está reconociendo que su espíritu y su alma, viven en un estuche de muerte, un estuche de carne y hueso, que es un cuerpo de muerte, que la Biblia dice que este cuerpo no heredará el reino de los cielos, al cielo no entrara carne ni sangre. x�[˒ܶ��+��jD�ͦ���I�.%���J�l/�vK��RGj[���i�E�����9�M�{Z�H%M ^�ǹ\�_�/�+W�o7vn������սt=8Tn{p����]�y6=X7Eٷu���ظ�닲�:7TU�n�:;E��M۷��A�s]��ˡ�d:��3��X�c�rp]YC7l\�z��\]bz3b_����(kl[��YP���t=��k���g�l=�EU�=�m\�øـH��E��5�ז]Q��=��^@�١.6CU�"\�e1T���mxvl�A�����"c㮫���E����*(����zrC׊~3�04����/ƸWX]o`�I���j=[ tb��Iwu1�P.u�P��6{s��0�� P������a����������������c������Oo��?=~r��WY���>~�n�r���y�>}��O�ܸ����͓�? Me llama la atención poderosamente que este hombre de Dios, el apóstol Pablo, escribiendo a los efesios hace esta referencia tan maravillosa, que tiene importancia hasta el día de hoy para toda la Iglesia en general. Veremos como "el hombre interior", según como lo entiende Pablo, es aquel que se deja transformar a imagen del hombre perfecto que es Cristo. Pero tenía un corazón que latía para su Señor. “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda la familia en los cielos y en la tierra” (Efesios 3:14-15). En nuestros días, los últimos del tiempo de la gracia, las palabras de Judas tienen una gran importancia. Hoy en día, muchos cristianos necesitan de «Filemones» capaces de reconfortar sus corazones por el amor de Cristo. Puede que se acuerde de numerosas experiencias que hizo hasta entonces. Si bien David no tenía el Espíritu Santo habitando en él como los creyentes del tiempo de la gracia, sí poseía la vida nueva, la vida de Dios. Y su “hombre... interior”, así como el nuestro, debía ser renovado (2 Corintios 4:16) y fortalecido (Efesios 3:16). Esta es la última vez que los dos amigos se ven. Este aliento en Dios que Jonatán dio a David corresponde a lo que leemos de Filemón: “Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos” (Filemón 7). Espiritualmente hablando ya no es altivo, ya no es grosero, entonces se siente débil en la carne; y cuando surge el poder glorioso del Espíritu, entonces se ha fortalecido el espíritu, empieza esa persona a ser más humilde; porque cuando estaba poderoso en la carne no le aceptaba a nadie un consejo, no permitía que nadie le señalara un error, quería vivir independientemente de los demás. Lo que el Señor está diciendo es que se guarde para no caer en tentación; no querrá caer como un aguacate maduro, sabe usted que cuando se desprende un aguacate de un árbol, cae al piso la pepa y la semilla vuela lejos y ya el aguacate queda inservible porque quien lo recoge hecho guacamole en el suelo, queda de una vez licuado; y así caen muchos de la gracia, se desprenden del árbol y se desparraman ¿No quiere caer?